DROGAS Y CONTRACULTURA
(Reflexiones, Francesc Freixa i Santfeliu)
Hacia principios de los años 1950-1960, fue configurándose un movimiento de contestación al modelo social establecido en Estados Unidos. En su primera fase no dejó de ser un fenómeno de carácter elitista, circunscrito a la esfera intelectual y más concretamente a los miembros de la generación beat, cuando la recta inició su recta final, la antorchas pasaría a los continuadores, los beatniks.
Fue un movimiento esencialmente juvenil, porque en la sociedad de la abudancia - en el fondo con muchas carencias de las que sus defensores suponían- la juventud se mantenía como el sector menos integrado, con mayor índice de marginación y exponente vivo de las contradicciones del sistema.
Esta corriente de contestación juvenil fue el inicio de un fenómeno que alcanzó su máxima importancia en la década 1960-1970, de una manera mucho más generalizada y con caracteres específicos según el medio en el que tuvo lugar: alternativa ante lo institucionalizado en Estados Unidos; protesta política donde la democracia no existía o estaba en entredicho...
La generación beat aportó sus formas contraculturales como alternativa a lo establecido y oficial. La mayor parte de las expresiones consiguieron ser puestas en práctica al margen de los cauces ordinarios, dando lugar a lo que se denominaría bajo el epígrafe general de cultura underground.
Uno de los aspectos de aquel movimiento que más literatura ha suscitado, casi siempre con una intención malévola, escandalosa, ha sido el consumo de drogas.
En este sentido la generación beat tenía precedentes: ya en la fase de entreguerras, que conincidió con la gran depresión económica, escritores como Hemingway o Scott Fitzgerald había hecho alarde de un consumo de drogas con fines contestatarios, muchas veces con sustancias legalizadas.
Después llegaría la floración beat: Kerouac, Ginsberg, McCure, Snider, Ferlinghetti, Cassady, Corso... dando la espalda a la sociedad de un modo espectacular -decían- era un medio para lograr una relación más auténtica consigo mismo, con los demás y con la naturaleza.
Allen Ginsberg expresaría en solo cuatro versos ("He visto las mejores mentes de mi generación / destruidas por la locura, famélicas, histéricas, desnudas, / arrastrándose de madrugada por calles de negros / en busca de un furioso pico") la busqueda desesperada de la droga y la concepción de la vida como un camino, recogida por Kerouac en su novela "En la carretera", alumbraría el existir itinerante de muchos jóvenes estadounidenses por todo el mundo.
La máxima aspiración para muchos era el viaje perfecto: las rutas de Afganistán, India o Karamandú, en busca de la sabiduría oriental del vivir y de la droga como instrumento para una existencia que se les antojaba más auténtica.
La bajada de ese sueño fue también dramática para muchos de ellos...
(EN BROMA)
LOS JÓVENES DE HOY EN DÍA
Durante siglos, ninguna otra etapa de la vida ha sido
más exaltada y censurada- que esta por los poetas,
filósofos y politicos.
Aquellos comentarios exasperados
dichos por Aristóteles hace 23 siglos, son apasionados,
irascibles y tienden a dejarse llevar por los impulsos....
Los jóvenes de hoy en día
ya no tienen ideologías.
Sólo piensan en las drogas
en el sexo y en orgías.
Los jóvenes de hoy en día
ya no distinguen el mal del bien;
ya no hay ley, ya no hay derecho
y sólo sexo es lo que ven.
Se inician en el sexo
a una edad muy temprana.
En mis tiempos aguantábamos
hasta las primeras canas.
Y es que hoy por televisión
se ve cualquier porquería.
En mis tiempos, en cambio,
televisión no había.
Los jóvenes de hoy en día
ya no distinguen el mal del bien;
ya no hay ley, ya no hay derecho
sólo sexo es lo que ven.
Los jóvenes de hoy en día
se comportan como cerdos.
Piensan continuamente en el sexo.
Yo por más que pienso, ¡no me acuerdo!
Van a la discoteca a bailar hasta caerse.
¿Dónde quedó la dignidad?
Van a la discoteca a consumir alcohol.
¿Dónde quedó la decencia?
Van a la discoteca a conocerse.
¿Dónde quedó la moral?
Y de la discoteca se van a hacer el amor.
¿Dónde queda esa discoteca?
Los jóvenes de hoy en día
ya no distinguen el mal del bien;
ya no hay ley, ya no hay derecho
sólo sexo es lo que ven.
Los jóvenes de hoy en día
creen que pueden hacer todo lo que quieren.
Pero no pueden dejar sus deberes,
no pueden vivir en la luna,
no pueden tener a todas las mujeres.
¡Nosotros también queremos alguna!
No tienen ideología.
¡Porque consumen drogas!
Sólo les importan la moto y el coche.
¡Porque consumen drogas!
Bailan durante todo el día.
¡Porque consumen drogas!
Y hacen el amor toda la noche.
Seré curioso, ¿qué droga consumen?
Los jóvenes de hoy en día
ya no distinguen el mal del bien;
ya no hay ley, ya no hay derecho:
¡no hay derecho a que la pasen tan bien!
SOBRE "EL DIABLO EN CAMPAÑA"
Su amigo
Dr. Pablo Albán
MÚSICOTERAPIA
LES LUTHIERS "MODERNIDAD"
su amigo
Dr. Pablo Albán
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