PELÍCULA: EN
BUSCA DEL DESTINO
Película: título
original: Good Will Hunting; El Indomable Will Hunting (España); En busca del destino
(Hispanoamérica).
La película
obtuvo 9 denominaciones a los Óscar, de los cuales dos de ellos: uno al Mejor
guión original, para Matt Damon y Ben Affleck y el otro al Mejor actor de
reparto para Robin Williams.
Matt Damon y Robin Williams
Registro Técnico:
Dirección: Gus Van Sant.
Producción: Lawrence Bender
Guión: Matt Damon, Ben Affleck.
Música: Danny Elfmann, Elliot Smith.
Fotografía: Jean Ives Escoffler.
Reparto:
Matt Damon:
(Will Hunting)
Robin Williams:
(Dr. Sean Maguire)
Ben Affleck: (Chuckie
Sullivan)
Stellan
Skarsgärd: (Prof. Gerald Lambeau.
Minnie Driver: (Skylar)
El tema central de la película es de un joven de 20 años,
rebelde aparentemente sin causa, llamado Will (Matt Damon), autodidacta, poseedor
de una capacidad intelectual fuera de lo normal, empleado de limpieza de un
centro de estudios élite de superdotados, el Instituto Tecnológico de
Massachusetts, escuela de ingeniería reconocida como la mejor en Estados Unidos
y en el mundo.
Circunstancialmente se descubre su potencial de
inteligencia cuando furtivamente resuelve un difícil problema matemático de
alta complejidad que estaba anotado como tarea en la pizarra del instituto. Lo que
para él fue una prueba sencilla, era irrealizable tanto para el profesorado
como para la totalidad de estudiantes.
Intrigado el profesor del curso, Medalla Fields, Gerard
Lambeau (Stellan
Skarsgärd), trata de averiguar quién era el anónimo superdotado, para lo cual se
mantiene al acecho, sorprendiendo in fraganti al citado barredor, lo que juzgó al
inicio como una gamberrada, comprueba
conmocionado, había dado solución a un antiguo enigma matemático. Will huye aterrado
por temor al castigo. Se repetía una vez en su vida, la figura del policía que
lo recluía en la cárcel por haber transgredido las normas sociales.
Después de ardua búsqueda del infractor, el profesor encuentra
una triste realidad, un joven que ha adoptado una identidad negativa fuertemente
definida, desviada hacia la delincuencia, revelándose ante todo intento social
que trate de modificar su inexistencia,
para él, totalmente coherente.
Lo comprueba en el juicio que se le practicaba, en el
cual, una vez más ejercía su propia defensa, donde siempre había conseguido
sobreseimiento, suspensión del proceso por falta de pruebas por múltiples
robos, peleas callejeras, alteración del orden público, pero esta vez ya no solo
había suplantado la identidad policial sino había agredido a un miembro de la
fuerza del orden, ya no eran atenuantes su historial de maltrato infantil,
rescatado de su padrastro y tres hogares adoptivos… por lo que llevó al Juez de
turno a condenarlo a pena de carcelería
y el pago de 500 dólares de reparación. Situación aprovechada por el profesor
Lambeau, a través de la libertad
condicional, rescatarlo de la cárcel, vía la readaptación, primero,
ocupacional, asistir una vez por semana con él, a clases avanzadas de
matemáticas para resolver problemas sin solución de larga data; y, segundo, someterse
a terapia psicoanalítica, para su readaptación.
El profesor Lambeau, en su afán de lograr su objetivo,
encuentra obstáculos, el carácter díscolo del joven Will, aparte de su
impuntualidad a las sesiones, por su reiterada jactancia de su sapiencia humilla
no solo a los eruditos en matemáticas, sino a los psicoterapeutas uno tras uno, tildándolos de desviados
sexuales y de embaucadores provistos de conocimientos nada científicos. Por lo
que es considerado no analizable.
El profesor Lambreau, recurre a un amigo psiquiatra Sean Maguire (Robin Williams), quien pone
sus reparos, si el paciente no está motivado para una terapia, agravado por quien
quiere reformarlo en un pionero de la ciencia, intereses ajeno al paciente, es
el alguien a quien el joven rechaza, el profesor Lambeau.
En la primera
entrevista con el psicoterapeuta Sean, el paciente Will, escudriña el
consultorio, irrespetuosamente, observando la biblioteca, murmura, de seguro
estos libros los compro al por mayor, luego fija la mirada en una pintura de
una lancha zozobrando en un mar embravecido, que había sido realizado por el
terapeuta en su juventud, expresa “esta pintura es un pedazo de mierda”… agrediendo
la parte afectiva deduce luego, fue realizada posiblemente en un momento de
angustia, motivo por el cual estudió psicología o cuando su mujer lo abandonó o
la pilló con otro… lo cual encoleriza al terapeuta, quien lo agarra por el
cuello diciéndole que no se exprese así de su esposa… sellando con la consabida
frase “la consulta ha terminado”.
En una
relación psicoanalítica de transferencia, del paciente inconscientemente
transfiere la imagen agresora de la figura de autoridad de su niñez hacia el
terapeuta, y este en contratransferencia automáticamente a esa conducta replica
el mismo formato de castigo, pero, aquí el psiquiatra es atrapado en su propio
inconsciente, se da cuenta que no ha superado la muerte de su esposa,
generándose un sentimiento de interdependencia inconsciente.
En la
siguiente consulta, se realiza en un parque, el terapeuta realiza una
interpretación psicoanalítica de la entrevista, para no quedar atrapado en el
inconsciente de Will, expresándole “Nadie puede conocerme a través de una
pintura, como yo tampoco puedo comprender lo que pasa en ti, sabiendo que eres
huérfano, no sé quién eres por haber leído a Oliver Twist. Subrayándole, eres
un genio Will, eso nadie lo niega… en realidad lo sabes teóricamente todo… esa
es tu coraza que te protege para no mostrar tu interioridad, tu afectividad… te
aterroriza saber lo que sientes.
En la siguientes consultas más distendidas, eje de
trabajo entre el terapeuta Sean y Will, intercambian experiencias biográficas…
Sean comenta anécdotas jocosas y tristes que tuvo con su esposa fallecida hacía
dos años… Will menciona que está enamorado de la mujer perfecta, que no piensa
casarse por temor romper la magia que tiene de ella… Sean le responde, ni él ni
su enamorada son perfectos…
unitariamente nadie es perfecto,
la perfección se alcanza en la situación de pareja.
Se toca el disyuntiva, sobre el vivir para aprender
contrapuesta al aprender para vivir, Sean preconiza un mundo donde el
aprendizaje se obtiene para vivir en él, no para evadirlo, donde las emociones
no están desligada de la razón, juicio, cordura, conocimiento, influyendo en la
dirección de nuestras acciones. Concluyendo que el éxito en la vida no se mide
por los laureles conseguidos sino en cuanto emocionalmente has vivido, lo
opuesto a lo formulado por el profesor Lambeau.
En la relación psicoanalítica, Sean interpreta que la
desadaptación social de Will, reflejada
en su temor a formalizar una relación de pareja, sentirse débil por depender de
otra persona. El mantenerse inafectivo tiene íntima relación con la privación
emocional que lo ata al pasado, de allí su temor de encariñarse con alguien,
para no salir herido.
Al final Will enfrentado a la realidad, de la que ya no
puede escapar, liberado de los fantasmas del pasado, tanto él como el
psicoterapeuta se lanzan a rehacer sus vidas con otras perspectivas en armonía
con la naturaleza.
Si bien en los diálogos abundan las expresiones soeces
quedan superados por los profundos
mensajes que llevan a reflexionar a los audiencia sobre la impronta biográfica
que marca nuestra vidas en la direccionalidad de nuestro diario vivir.
Su amigo
Dr. Pablo Albán
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