LA REVOLUCIÓN DE LAS
"CHICAS BONITAS"
La expresión "pin-up" se fijó en los EEUU en las décadas de los '40 y '50. Con este nombre se conocen los dibujos (o fotografías) de chicas bonitas en actitudes sugerentes.
Su éxito fue tan rotundo que con el tiempo han llegado a influir en muchos terrenos. Sólo hay que fijarse en el cine, la televisión, la publicidad, los cómics...
Las pin-ups siguen un patrón: son mujeres bonitas, sensuales, normalmente pilladas en situaciones "comprometidas" y que destilan erotismo e ingenuidad por todos sus poros. No hace falta que estén desnudas (de hecho casi nunca lo están).
Su encanto reside en sus poses y sus miradas, en esa falda que enseña lo justo, o en esa lencería que sugiere más que enseña.
Recatadas al principio, descocadas al final, las pin-ups revolucionaron el concepto de belleza y dieron cuerpo a un nuevo icono de la feminidad: la "cheesecake" o "girl-next-door".
Desde las revistas y los calendarios (forma de publicidad muy extendida en la época) llegaron a todos los rincones del país.
Con el apogeo de la fotografía las ilustraciones perdieron peso y algunas modelos se especializaron en el striptease o el cine.
Su popularidad fue tal que hasta el gobierno americano llegó a regalar pin-ups a los soldados para que las colgaran en sus taquillas y les subieran la moral durante la 2ª Guerra Mundial.
Joaquín Alberto Vargas y Chávez
(9 de febrero de 1896 - 30 de diciembre de 1982) fue uno de los más connotados pintores de modelos pin-up. Nació en Arequipa, Perú, y se mudó a Estados Unidos en 1916, luego de estudiar Arte en Europa antes de la Primera Guerra Mundial.
"CHICAS BONITAS"
La expresión "pin-up" se fijó en los EEUU en las décadas de los '40 y '50. Con este nombre se conocen los dibujos (o fotografías) de chicas bonitas en actitudes sugerentes.
Su éxito fue tan rotundo que con el tiempo han llegado a influir en muchos terrenos. Sólo hay que fijarse en el cine, la televisión, la publicidad, los cómics...
Las pin-ups siguen un patrón: son mujeres bonitas, sensuales, normalmente pilladas en situaciones "comprometidas" y que destilan erotismo e ingenuidad por todos sus poros. No hace falta que estén desnudas (de hecho casi nunca lo están).
Su encanto reside en sus poses y sus miradas, en esa falda que enseña lo justo, o en esa lencería que sugiere más que enseña.
Recatadas al principio, descocadas al final, las pin-ups revolucionaron el concepto de belleza y dieron cuerpo a un nuevo icono de la feminidad: la "cheesecake" o "girl-next-door".
Desde las revistas y los calendarios (forma de publicidad muy extendida en la época) llegaron a todos los rincones del país.
Con el apogeo de la fotografía las ilustraciones perdieron peso y algunas modelos se especializaron en el striptease o el cine.
Su popularidad fue tal que hasta el gobierno americano llegó a regalar pin-ups a los soldados para que las colgaran en sus taquillas y les subieran la moral durante la 2ª Guerra Mundial.
Joaquín Alberto Vargas y Chávez
(9 de febrero de 1896 - 30 de diciembre de 1982) fue uno de los más connotados pintores de modelos pin-up. Nació en Arequipa, Perú, y se mudó a Estados Unidos en 1916, luego de estudiar Arte en Europa antes de la Primera Guerra Mundial.
voyeurismo de los 40' "calendario vargas girls" - angustiado ..
SU AMIGO
DR. PABLO ALBAN
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