miércoles, 10 de febrero de 2010

EL DOLOR DE LA AUSENCIA

- "Amo a la vida, espero que ella me corresponda"

EL DOLOR DE LA AUSENCIA

El psiquiatra suizo Biswanger escribió a su amigo Freud, a raíz de la pérdida de su hijo mayor, pidiéndole ayuda para su tristeza.

Freud le contestó en una carta conmovedora, en la que comenzaba por recordar la pérdida de su propia hija.

“La hija que perdí cumpliría hoy 36 años. Ayer casi cometo una tontería. Comencé a leer tu carta y descubrí palabras que no me habría gustado perder, pero fui incapaz de comprender una sola frase, cuanto más avanzaba más misteriosos me parecían los caracteres escritos. Estuve pensando en devolverte la carta… y pediría que me la devolvieras después de haberla mecanografiado.
Mi cuñada vino en mi ayuda y me dijo cuales eran las terribles noticias que contenían las páginas de tu carta. Sabemos que la intensa pena que sentimos ante una pérdida tendrá un fin, pero que nosotros permaneceremos ya inconsolables y que nunca encontraremos quién la sustituya.

Perdida de un ser querido.-
Todo lo que venga a reemplazar al objeto perdido, aunque lo haga completamente, permanecerá siempre como algo diferente, y de hecho es bueno que tenga que ser así. Es la única forma de perpetuar el amor que nosotros no queremos abandonar.


Fue el escritor estadounidense Ernest Hemingway, quien escribió “una vez aquello de que una verdadera historia de amor nunca tiene un final feliz”.

Los seres humanos somos mortales, y, por tanto, es inevitable que algún día nos separemos.

Pero lo malo no es solo eso. Es que, además, es un hecho fácilmente constatable el que la mayoría de nosotros carecemos de una adecuada estrategia para afrontar la muerte y la pérdida de un ser querido, así como también nos falta una ayuda social adecuada para superar la pena y la situación de duelo que se presenta después.

Es urgente, por tanto, preguntarnos que tipo de ayuda necesitan las personas que pierden un ser querido, y cómo y de que manera podemos proporcionársela.

La pena que sentimos en esos momentos es necesario manifestarla en solitario o en presencia de otros ya que si la reprimimos caemos fácilmente en una depresión.

Para acomodarse a la pérdida de un ser querido, la persona ha de cambiar de forma irrevocable, y ya no volverá a ser la misma. No hay posibilidad de restitución total.

No existe otra solución que adaptarse al cambio para encontrar nuevas perspectivas de vida
.


MÚSICOTERAPIA
(Vídeo gracias a YOUTUBE)

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