SEXO POR AMOR

Con dedos tranquilos tejió algunas flores de nomeolvides en el delicado vellón pardo del monte de Venus.
"¡He ahí!" dijo "He ahí nomeolvides en el sitio correcto".
Ella miró las extrañas y pequeñas flores lechosas entre el culantrillo pardo en el extremo inferior de su cuerpo.
"¿Acaso no es bonito?! dijo ella
"Bonito como la vida", él contestó.
D. H. LAWRENCE (1928) "Lady Chatterly's Lover

¡Qué deliciosas y cándidas son las teorías! Pero hay una voluntad oculta detrás de todo esto. Hay una voluntad oculta e implacable detrás de todas las teorías sobre el sexo. Esta es la voluntad de negar, de borrar el misterio de la belleza.
D.H. LAWRENCE (1939) "Sex versus Loveliness".

LA SEXUALIDAD Y LA RELIGION

-No es nueva la idea de que la sexualidad humana no está atada a su función reproductiva.
En forma periódica la tradición religiosa ha procurado repudiar esta idea, pero no puede suprimirse en forma dogmática.

La tecnología de la anticoncepción ha refinado más áun nuestra capacidad de separar la sexualidad de la reproducción.
Sin embargo, puesto que los puntos de vista religioso y tradicional ocupan un sitio importante en nuestro sistema de valores, tal vez aún nos sintamos culpables por sucubir a los que se ha llamado en forma peyorativa nuestros instintos más bajos.

Las unidades que llamamos familias sin duda se ocupan de mucho más que la procreación y socialización. Toman en cuenta por igual la producción, intercambio, poder, desigualdad y status.
Cuando aceptamos totalmente que la familia es una parte integral de la estructura política y económica de la sociedad, al igual que una unidad reproductiva, nos liberamos por fin de la preocupación injustificada sobre las funciones procreativas y todas las ideas que son consecuencia de este punto de vista.
(Yanagisako, 1979).

LA SEXUALIDAD HUMANA

Caracteriza a la especie humana.
Es multifacética.
Es una invitación a compartir con plenitud la experiencia humana.

No obstante, comprender el significado completo de nuestra sexualidad nos causa temor.

Todas sus parte son como los fragmentos de vidrio de un caleidoscopio, pues producen la ilusión de un gran diseño simétrico.

Dése el caleidoscopio a otra persona, y después de cada ligera vuelta o vibración cambia el diseño..

Cada observador ve un nuevo diseño, que no es menos impresionante que el anterior, ni más impresionante que el siguiente.

Cada observador ve los mismo fragmentos, pero en disposición diferente.

Cada uno puede describir los fragmentos individuales, pero también cada uno percibe lo que parece un diseño nuevo por completo.

Así ocurre con nuestras percepciones de la sexualidad humana.

Estas percepciones son tan individuales como nuestra sexualidad. Es necesario apreciar las diferencias entre nosotros.

Nuestro sentimiento de autovalía depende de las cualidades peculiares que cada uno de nosotros considera que puede aportar al mundo, u a otro ser humano.

MÚSICOTERAPIA
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DR. Pablo Albán